
La elegancia y simplicidad siempre juegan un papel fundamental cuando se trata de decorar eventos importantes como lo son las Primeras Comuniones. Por lo general, siempre están presentes colores como el blanco, dorado y plata; y dependiendo del género o gusto del homenajeado, se escogen los colores complementarios que le dan vida a toda la puesta en escena.
Para esta decoración, se escogieron las tonalidades azules, complementadas con detalles en dorado y blanco. Un backing azul acompañado del nombre del niño y rodeado por un arco orgánico en globos R-5, R-9 y R-18 adornan la zona principal, ideal para retratar todos los momentos inolvidables de este importante evento.
El resto de la estación se decoró con mesas tipo vintage en blanco y azul pastel, que a su vez fueron adornadas con bases en madera en donde se ubicaron los postres y recordatorios de la celebración. Para adornar, se hicieron elementos en pasta comestible característicos de esta ceremonia: ángeles, cruces y palomas.
Para los toques finales, se incluyeron dos grandes floreros a cada lado de la mesa principal y molinillos de viento en los mismos tonos de la paleta de colores seleccionada.